A veces, en la vida cotidiana ocurren pequeñas cosas que nos hacen recordar grandes momentos, más lejanos o más cercanos en el tiempo...
En esta mañana soleada de otoño, embriagado por una de esas poderosas sensaciones que nos erizan los recuerdos, he querido ilustrarla y compartirla.
Nunca digas "nunca jamás"...