Con el verano a la vuelta de la esquina, y las vacaciones (los que tengamos la suerte de tenerlas), es el momento de prepararse para largas y sosegadas lecturas. En el interior de casa, en nuestro rincón preferido, de noche, al atardecer junto a una ventana o en el jardín, saboreando un café (o un buen gin-tonic), disfrutemos del placer de la lectura.
Les Publications du Québec editó hace años esta serie de marcapáginas con mobiliario y la presencia constante de un libro: La chaise Morris, Fauteuil et tabouret Eames, Fauteuil berçant à dossier pressé, Berceuse Lincoln, Fauteuil en rotin, Banc de jardin.
Os marcapáxinas son unha marabilla e o que suxiren...O meu ideal de vacacións, aínda que a min sérveme calquera sitio para ler: Debaixo dunha árbore, nas escaleiras do hórreo...
ResponderEliminarFermosísima serie.
Un saúdo.
Mª Luisa, non están nada mal eses sitios que propós. Vexo que tes a sorte de ter un hórreo, quen poidera...! Un bico
ResponderEliminarSimplemente, preciosos !!!
ResponderEliminarUn abrazo
Preciosos marcapáginas, con los libros en reposo esperando para ser leídos. A veces el camino nos resulta más placentero que la meta.
ResponderEliminarUnha aperta.
Justa
Marcapáginas maravillosos, Enri.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pepi.
Gracias a todas. Un abrazo
ResponderEliminarBonitos marcas y buenos lugares para leer.
ResponderEliminarMe quedo con el penúltimo, por aquello de la jarra de agua (fría, supongo)
Alazos.Pato
Sí, Javier, seguro que una buena limonada fría... Un abrazo
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