Belos sunsets, Enri! (Desculpa o inglês, mas já não sei como se escreve em português). É uma hora muito bela, mas também melancólica e triste quando acaba... Apertas de final de Agosto🏖
Enri, ¿cómo decirte? Si estuvieses en Castilla La Mancha, te diría que eres como las campanas de la catedral de Toledo: que no repican muy a menudo, pero cuando lo hacen............ Preciosa selección. Abrazos y buen finde. Javier
Yo crecí al borde del mar, a apenas cien metros de la arena. Pero íbamos a la playa después de la merienda, sobre las seis de la tarde, hasta la puesta del sol. De joven, seguí la misma costumbre. Y ahora, las escasas veces en que me acerco a la playa que frecuentaba en mi pueblo, es también a partir de las seis y media o siete. Un par de baños, un largo paseo hasta y entre las rocas, y la contemplación de la paleta de colores que se extiende sobre las montañas. Una gozada! Gracias por vuestros comentarios! Un abrazo y buen fin de verano.
Preciosos atardeceres marinos; sin duda, una de las cosas de las que disfrutar en una palya. Preciosa selección de mps de playas.
ResponderEliminarUn abrazo
O final da tarde é um boa hora para ir à praia: menos calor. Uma boa diferente.
ResponderEliminarBom dia!
Belos sunsets, Enri!
ResponderEliminar(Desculpa o inglês, mas já não sei como se escreve em português).
É uma hora muito bela, mas também melancólica e triste quando acaba...
Apertas de final de Agosto🏖
Una vez más, le das una vuelta de tuerca extra al tema del mes. Preciosa entrada
ResponderEliminarSaludos
Unha beleza , coma sempre.
ResponderEliminarMoi bo gusto e preciosos marcapáxinas.
Apertasss e boa entrada de mes.
¡Siempre especiales tus entradas, Enrique! Es un gusto visitarte.
ResponderEliminarApertas de fin de semana e de mes.
Enri, ¿cómo decirte? Si estuvieses en Castilla La Mancha, te diría que eres como las campanas de la catedral de Toledo: que no repican muy a menudo, pero cuando lo hacen............
ResponderEliminarPreciosa selección.
Abrazos y buen finde.
Javier
Yo crecí al borde del mar, a apenas cien metros de la arena. Pero íbamos a la playa después de la merienda, sobre las seis de la tarde, hasta la puesta del sol. De joven, seguí la misma costumbre. Y ahora, las escasas veces en que me acerco a la playa que frecuentaba en mi pueblo, es también a partir de las seis y media o siete. Un par de baños, un largo paseo hasta y entre las rocas, y la contemplación de la paleta de colores que se extiende sobre las montañas. Una gozada!
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios!
Un abrazo y buen fin de verano.