La expresión entre aburrida y traviesa y la actitud de estos dos ángeles llama poderosamente la atención. Parecen entablar un diálogo mudo a través de la mirada con Santa Bárbara, que se halla a la izquierda de la Vírgen, cuya expresión en su rostro casi de niña trasluce, en mi opinión, una mezcla de tristeza y desesperanza o incomprensión de lo que le espera.
Hace unos años estuve en Dresde y la mala fortuna hizo que la Gemäldegalerie estuviese en obras de renovación, así que no pude ver la obra. Otra vez será, Dresde es una ciudad que merece una segunda y tercera visita.
Ver aquí La Madonna Sixtina
Desde luego; a mí también me encantó Dresde, con las huellas de los bombardeos en las piedras negras de sus edificios emblemáticas. Yo tuve la suerte de que estuviese abierta la Gemäldegalerie y ver obras como esta que, como dices, destaca más por los angelotes que por el conjunto ¿Sabes que recuerdo especialmente "Muchacha leyendo una carta" de Vermeer?
ResponderEliminarApertas de sábado gris.
Debe de ser telepatía, pois hai uns días , estivemos falando o meu fillo e mais eu deste cadro. A min gustoume todo o que vin , e hai bastante, pero destes anxos temos os dous unhas ideas moi peculiares, relacionándoos con outros anxos doutros cadros...Xa falaremos.
ResponderEliminarMoitas variantes.
Pre... perdón...Marabillosa entrada.
Un bico
Puedo decir que es mi caso; conocía estos dos angelitos- para mi gusto, de lo mejor que se ha pintado sobre el tema-,pero no conocía la obra a la que pertenecían.Se han utilizado y se utilizarán en infinidad de ilustraciones de todo tipo.Yo tengo algunas etiquetas de vinos deItalia en las que aparecen.
ResponderEliminarUn abrazo
A mí esta obra me fascina, las expresiones de todos los personajes, el color, la atmósfera...
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios.
Un abrazo
Me encantan estos angelotes, aunque hayan sido utilizados para decorar un sinfín de objetos.
ResponderEliminarUn beso.
Lucía.